CONDICIONES SOCIALES PARA LA PRODUCCIÓN DE SALUD

Carmen GOLA (1985)

 

Se puede abordar este tema desde diferentes perspectivas, pero aquí solo citaremos la formulación de algunas interrogantes para favorecer la reflexión conjunta.

    1. ¿Qué grado de determinación existe de las condiciones sociales para la producción de la salud y/o enfermedad?

    2. ¿Qué cambios se han operado en las concepciones sobre la salud?

    3. ¿Existen o no perfiles de salud diferentes según los diferentes sectores sociales?

    4. ¿Por que se presentan ciertas enfermedades en un recorrido histórico dado y en ciertos grupos en particular?

Esta claro que nadie duda que actualmente las condiciones de tipo económico, de tipo político, de tipo cultural, educativo, etc., se han ido transformando históricamente y que todas ellas han influido directamente sobre la salud.

Foucault alude ciertas disciplinas como la biohistoria que estudia justamente los mecanismos por los cuales la intervención técnica ha modificado la salud, señalando por ejemplo, cómo hacia los siglos XVIII y XIX, la peste fue desapareciendo lentamente antes que apareciera la quimioterapia.

Mas recientemente en nuestra época ciertas enfermedades como la poliomielitis, estaba decreciendo notablemente al momento en que recién comenzaban las campañas masivas de vacunación. A través de aquella disciplina, se ha hecho necesario actualizar también las intervenciones de la higiene, de la hospitalización, de la prevención, de la economía de salud, etc.

Queda claro que no siempre una buena intervención medica ha garantizado la desaparición de ciertas enfermedades y que, a la inversa, la desaparición de otras no se ha debido directamente a una intervención medica.

Por otro lado, el alto nivel socio–económico de los países desarrollados, con más avances tecnológicos y científicos en las disciplinas medicas, tampoco ha sido capaz de garantizar la resolución de los problemas de salud colectiva: se han redistribuido ciertas enfermedades y se han provocado otras. Existen las llamadas enfermedades modernas, de las grandes ciudades, de la vida tensa, con una higiene inadecuada y contaminación ambiental, las cardiovasculares, el cáncer, los accidentes industriales, de transito, etc.; y están también las enfermedades de la riqueza como por ejemplo, ciertas cardiopatías, etc. Todo esto a pesar, de la gran inversión en programas de salud, aun no se ha podido revertir muchas patologías, y más bien éstas van en aumento.

Esto podría hacer pensar que si las mejores condiciones socio–económicas (y esto de mejores habría que analizarlo cuidadosamente) no garantizan buenos índices de salud; entonces, este problema no tiene mayor solución. Algo similar al comentario, muchas veces oído: "Esto siempre fue así y seguirá así". Pero ocurre que nosotros somos científicos sociales, o con aspiraciones a serlo, y nuestra capacidad de análisis nos inhibe de tales comentarios.

Formamos parte de una comunidad latinoamericana y subdesarrollada que presenta como el resto de los países mas atrasados, los índices mas elevados de patologías físicas y mentales como expresión del atraso económico. Constatamos que nuestros países presentan enfermedades infecciosas, nutricionales, parasitosis, elevados índices de deficiencias y patologías mentales, etc.: típicas de la pobreza.

Las consideraciones arriba citadas nos hacen revisar las diferentes condiciones que sobre la salud se han desarrollado históricamente. Si bien es cierto que existen enfermedades que se producen inevitablemente dado que todos los individuos de una comunidad están expuestos al riesgo de: accidentes, infecciones, privaciones, etc., y que estas son las así llamadas enfermedades naturales. No es menos cierto que existe el otro gran grupo, que están directamente vinculados a las condiciones sociales y que constituyen el grupo mayoritario, son estas últimas las que merecen nuestra mayor atención.

Podríamos resumir las concepciones que se han ido desarrollando históricamente para comprender el binomio salud–enfermedad en los siguientes niveles.

Un primer nivel: que ha considerado y considera la enfermedad en cuanto proceso biológico del individuo.

Un segundo nivel: que considera la enfermedad como resultado de 3 factores: el huésped, el agente y el ambiente.

Un tercer nivel: donde se aborda la salud y la enfermedad como fenómenos sociales y colectivos.

El primer nivel: afirma que el bacilo de Koch es la causa de la TBC, dado que cuando hay lesiones y sintomatologías características de esta enfermedad, y este bacilo siempre esta presente.

Sin embargo aquí no se explica por qué sólo algunas personas y no todos los contagiados con el bacilo llegan a enfermar. Tampoco porque algunos grupos presentan una alta frecuencia de esta enfermedad y otras no.

El segundo nivel: explica la enfermedad con una causalidad mas compleja, por ejemplo, en el caso de la TBC, da cuenta del por qué unos enferman y otros no, dado que especifica que el enfermar no depende de que el huésped entre en contacto con el agente, sino que también de las condiciones adaptativas y su relación con el medio ambiente. Se señala que determinadas condiciones ambientales exponen a ciertos grupos al riesgo de enfermar de determinados procedimientos. Este 2do nivel no sale del marco biológico, pero si es multicausal.

En el tercer nivel la causalidad el social, la salud y la enfermedad constituyen un problema social y colectivo.

Este nivel incluye a los otros dos, pero los reformula. La pregunta que se presenta es la siguiente: ¿Por qué se da esta problemática de la salud en este momento y en este grupo? Se determina así la historicidad de los fenómenos de salud y de enfermedad.

Lo que interesa comprender entonces es que el problema de salud corresponde a determinado momento histórico de una formación social concreta y no que una situación social corresponde a una determinada enfermedad como categoría biológica especifica.

Son determinados procesos sociales los que causan varias enfermedades biológicamente diferentes y no que una causa social particular cause una entidad patológica definida.

Estas formulaciones no niegan la pertinencia de un modelo biológico para el estudio de una enfermedad particular. Por ejemplo, el cáncer, de la quimioterapia, etc. seria absurdo negar que el problema de la enfermedad física deba abordarse con otro modelo que no sea exclusivamente biológico; pero, otro problema, consiste en darle a aquellos una explicación lineal o multicausal, pues es necesario analizar las condiciones económicas, políticas, educativas e ideológicas y de cómo se combinan. Se puede caracterizar una estructura social particular, para comprender entonces en profundidad los fenómenos de salud y enfermedad. En este sentido hay estudios que muestran una alta correlación entre indicadores sociales y morbimortalidad infantil.

Podemos arribar así a una definición de la salud como explicación de una situación–histórico–social, e inclusive para comprender las cifras estadísticas en salud es indudable aquel abordaje. Por ejemplo: la mortalidad infantil aparentemente decreció; sin embargo, haciendo un análisis detallado en Argentina, el índice de mortalidad infantil tardía ha aumentado. Esto nos remite al análisis de la estructura social.

Para ir sintetizando podemos decir que actualmente en Latinoamérica y desde hace muchos años, se registran observaciones con el siguiente panorama:

Por ello es que estas consideraciones son indispensables en el análisis de las condiciones sociales que producen la educación y la salud.

A través de los programas de atención primaria de OMS y OPS, de programas de cobertura, se puede hacer descender la tasa de mortalidad infantil por haberse aplicado una serie de acciones: vacunación, rehidratación oral y distribución gratuita de leche que son medidas muy baratas. Esto disminuye el nivel de mortalidad infantil por enfermedades infectocontagiosas.

Otro ejemplo nos lo dan sobre la esperanza de vida. Al nacer según el nivel de ingreso familiar, o sea, que cuanto mas alto es el nivel de ingreso más posibilidades que se prolongue la vida y a la viceversa.

Aparecen otras dificultades en la abstención de perfiles epidemiológicos como, por ejemplo, que la morbimortalidad tarda años en expresarse: estrés, fatiga, etc. Lo mismo ocurre con el cáncer, en donde la exposición a carcionogenos tarda años en mostrarse.


1 He formulado algunas interrogantes sobre los cambios operados en la salud a lo largo del tiempo y se dan ejemplos en este sentido.

Se formulan algunas respuestas en relación con diferentes modelos que interpretan los fenómenos salud - enfermedad.

Se elabora una propuesta para estudiar estos fenómenos que nos remite finalmente a la elaboración de una política sanitaria.

 


Resumen del borrador, presentado en el Congreso sobre Educación y Salud, organizado por la Asociación de Psicólogos de la provincia de Buenos Aires (APBA), 10 al 13 de Octubre de 1985.

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